«Mi Obra Favorita» por Pepe Font de Mora (Link .pdf)
«Cuatro retratos en uno. En esta fotografía, Gabriel Cualladó relata una historia de su entorno más íntimo y acusa la influencia de Strand al equilibrar un retrato coral en el que las poses individuales mejoran el conjunto».
Clemente con triciclo, por Gabriel Cualladó, Madrid, 1958, gelatina de plata, 40 x 50 cm, copia de los años ochenta, Colección Foto Colectania.
Esta fotografía tiene muchos de los ingredientes que me fascinan: es impactante, pero te mantiene atrapado a ella; es un gran retrato coral pero también podrían ser cuatro retratos individuales; recuerda a los mejores retratos, pero a su vez es única, y sintetiza las virtudes de la peculiar manera de mirar de Gabriel Cualladó. La fotografía humanista de mediados del siglo XX necesitaba transmitir esperanza, y de esta corriente se alimentó la generación de fotógrafos españoles de la década de los sesenta a la que pertenecía nuestro artista.
Sorprendentemente estuvieron conectados con la creación fotográfica internacional gracias a los libros y revistas de fotografía, y absorbieron lo mejor de esta corriente europea y americana de posguerra. Las fotografías debían ser equilibradas y epatantes, pero al mismo tiempo formar parte de una narración, pertenecer a una serie. Gabriel Cualladó nos atrapa con cada una de sus imágenes, pero a su vez nos cuenta la historia de su entorno más próximo: Clemente y los compañeros que rodean el triciclo eran gente cercana al fotógrafo. Por eso, y por su maestría, la escena transmite la serenidad de las miradas honestas y confiadas de los retratados. Cualladó tenía en su biblioteca los fotolibros de Paul Strand, uno de sus maestros más influyentes, que precisamente desarrolló sus mejores series en Europa. En la instantánea de Clemente con triciclo me fascina cómo destiló y transformó la influencia de Strand y de su icónica fotografía de la familia Lusetti.
Las dos imágenes son magníficos ejemplos del complejo arte de equilibrar un retrato de grupo hasta conseguir que las poses individuales mejoren el conjunto. Con esta fotografía me ocurre lo mismo que con mis imágenes favoritas, contiene lo esencial de su creador: en Cualladó, su mirada penetrante y su ambiente nostálgico, casi triste. Además, me parece una composición cautivadora porque sigue resultando misteriosa; por mucho que la mires no te decepciona; al contrario, te invita a recorrerla e imaginar tu propia historia sobre ella.
Pepe Font de Mora, director de Foto Colectania.